Llega el verano y las altas temperaturas pueden convertir nuestros hogares en un auténtico infierno. Pensando en reformas integrales para hacer de la época estival más llevadera, desde Q Arquitectura nos dan algunos consejos sobre cómo combatir el calor y conseguir un nivel de confort adecuado para una vivienda.
Puntos básicos para una reforma integral en verano
- Instalar aire acondicionado: Parece obvio, pero ciertamente resulta fundamental en esta época del año. Las altas temperaturas a las que nos enfrentamos hace cada vez más imprescindible su utilización. Si estás pensando en realizar una reforma integral aprovecha y apuesta por su instalación. Además de servir como aparato de refrigeración para el inmueble, le aportará un toque de modernidad a la vivienda. Su colocación en aquellos lugares donde el sol no incida de manera directa ayudará a mejorar su eficiencia y consumo energético.
- El suelo: El empleo de los materiales correctos en la superficie de la vivienda es otro de los apartados imprescindibles para hacer frente al ascenso de las temperaturas. La elección de tarimas con madera de haya o abedul conseguirán darle un toque de frescor a tu inmueble dadas sus propiedades. Se consideran grandes aislantes térmicos, capaces de crear ambientes templados. Tanto para el invierno como para el verano son una excelente opción.
- Utiliza colores claros: Los tonos más claros, aparte de estar de moda, no absorben el calor de igual forma que los oscuros. En las temporadas más cálidas darán a tu vivienda el toque perfecto, ayudando a crear un ambiente de relax y armonía. Además, el hecho de que reflejen la luz natural hasta un 80% más que otros colores, te ayudará a reducir gastos en materia de iluminación.
- Hermetismo en puertas y ventanas: La calidad de puertas y ventanas resulta fundamental en toda reforma integral para conseguir una temperatura de confort dentro de la vivienda. De esta manera, se impiden fugas de la misma, manteniendo un ambiente estable tanto en periodos de calor como de frío.
- Aislamiento de la fachada: No siempre se puede conseguir colocar el aislante en la parte exterior del inmueble. Pero si es posible, los beneficios pueden ser del todo considerables. A través de materiales como el poliuretano expandido o poliestireno, se logra una capa que reviste toda la fachada, eliminando los puentes térmicos que juegan en contra de nuestra tarea de climatización.