Una auditoría energética es un estudio técnico que se realiza para comprobar si la gestión energética de una edificación está optimizada, es decir, si el ahorro energético que se está consiguiendo es el máximo o si se pueden adoptar medidas para que éste sea mayor.
En el caso de poder aplicar nuevas soluciones energéticas, la auditoría explicará dónde y cómo hay que actuar para poder alcanzar el máximo ahorro de recursos. Por esta razón las auditorías energéticas también reciben el nombre de estudios de ahorro energético o de costes energéticos.
La importancia de la auditoría energética.
Bien por falta de necesidad, de información o de concienciación, hasta hace poco tiempo el estudio detallado de los costes energéticos nunca ha sido una prioridad. En los últimos años, debido al incremento considerable de los costes energéticos, las auditorías energéticas han experimentado un auge por su implicación directa el ahorro de consumo energético para las edificaciones.
En más del 85% de los casos, una auditoría energética propone mejoras de consumo que conllevan un ahorro económico si se siguen las recomendaciones. Esta razón convierte en muy aconsejable la realización de una auditoría energética en cualquier tipo de edificación.
Partes de una auditoría energética
Una auditoría energética debe estar realizada por profesionales especializados y cualificados que estudian la situación actual de la edificación y proponen, como hemos comentado, mejorar para maximizar el ahorro energético del edificio.
Por esta razón, las auditorías deben tener dos partes diferencias:
- Estudio de la situación actual: análisis de usos, estudios de facturas, toma de datos relevantes.
- Propuesta de medidas de mejoras: identificando individualmente los aspectos en los que actuar puede conllevar una mejora energética.
Iluminación, sistemas eléctricos, maquinaria de instalaciones, .. Todo aspecto del edificio que realice un consumo energético es propicio de ser analizado en una auditoría energética para poder proponer mejoras en su uso y conseguir así el esperado ahorro. Y éste ahorro puede ser más que significativo: según la Unión Europea hasta el año 2020 el potencial de ahorro que existe en esta materia es superior al 25%, por lo que los próximos cinco años son el momento ideal para realizar una auditoría energética en cualquier tipo de edificación.