La biomasa resulta mucho más que una apuesta por la sostenibilidad y el ecologismo en nuestra forma de obtener energía térmica, también supone un ahorro económico para los usuarios.
Según los últimos estudios que se han realizado sobre la rentabilidad y el funcionamiento de las calderas de biomasa, éstas proporcionan unos ahorros energéticos en el ámbito doméstico de más del 50% frente a otros combustibles tradicionales.
Ahorrar con biomasa
El ahorro energético implica un ahorro económico ya que la biomasa está relacionada con un menor consumo y mayor eficiencia térmica, pero también cuenta con incentivos económicos por parte de las administraciones para la instalación de éstos sistemas energéticos en las viviendas. A esto hay que añadir la investigación constante por parte de empresas como Uponor para ofrecer materiales de difusión del calor con unas prestaciones térmicas que garantizan las mínimas pérdidas caloríficas durante el recorrido del agua calefactada.
El Observatorio Nacional de Calderas de Biomasa asegura que en España hay instalados casi 4.000 MW para usos térmicos con biomasa en la actualidad. Con los cálculos sobre emisiones, se ha llegado a la conclusión de que España podría llegar a ahorrar casi 840 millones de euros por derechos de emisión gracias a la biomasa.
Los derechos de emisión es una estrategia comunitaria europea para afrontar los objetivos 2020 frente a eficiencia y contaminación, al igual que la nueva Directiva Ecodiseño ErP 2015 que entra en vigor el 26 de septiembre y afecta de lleno a los equipos de producción de energía térmica con biomasa, como explica Wolf Ibérica.
Fósiles Vs Biomasa
Los biocombustibles no son una fuente de energía nueva: han estado siempre presentes en la historia, pero a partir de la Revolución Industrial los combustibles fósiles se abrieron paso quitando terreno a la biomasa. En los últimos tiempos se ha acontecido el efecto contrario: los combustibles generados a partir de biomasa han ganado terreno frente a los combustibles fósiles.
Los biocombustibles, además de ser una fuente de energía renovable, son más baratos que los combustibles fósiles, menos contaminantes y tienen repercusiones positivas a nivel social, porque se generan en los campos y montes de cada territorio. Contando con recursos propios para generar biocombustible en nuestra geografía no tiene sentido traerlos del exterior, dado que el pago en concepto de transporte no compensa el ahorro energético.
Según datos del informe de precios de combustibles y carburantes del IDAE,existe una diferencia de casi el 60% entre producir energía térmica con gasóleo (8,21 c€/kWh) frente al pélet de madera a granel (3,38). Por lo que ahorrar con pellets es posible, como nos informa BioEnergy Barbero.
Ahorro doméstico con biomasa
Las calderas que funcionan mediante biocombustibles se pueden utilizar en viviendas unifamiliares, bloques de viviendas, redes de climatización, edificios públicos,..; existen empresas de ingeniería especializadas en biomasa como HCIB que estudian en profundidad cada caso para adaptarse a los requerimientos energéticos.
A partir de un estudio pormenorizado, se puede llegar a obtener un alto rendimiento, confort y un importante ahorro en combustible. Además, se calcula que una caldera de biomasa,se amortiza entre 4 y 5 años, sin contar las ayudas económicas que reducirían el plazo de amortización.